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El asma es una afección compleja; se cree que la causa es una combinación de factores genéticos y ambientales. Se han asociado más de 100 posibles genes con el asma, y existen muchos factores de riesgo ambientales que se han vinculado con el asma en los niños. Con un perfil causal de tal complejidad, prevenir el asma es una tarea extremadamente difícil, por no decir imposible. El enfoque de prevención se basa en evitar la exacerbación de la afección.
La mayoría de las veces, los ataques de asma se deben a la inhalación de un alérgeno que desencadena la inflamación de las vías respiratorias, la broncoconstricción y la sibilancia. En consecuencia, lo mejor que puede hacerse para prevenir los ataques de asma es identificar y evitar estos desencadenantes de la mejor manera posible.
Los filtros de aire sirven para eliminar del hogar los desencadenantes del asma comunes, entre ellos, la mayoría de los tipos de moho, polen, ácaros del polvo y otros alérgenos. Los mejores sistemas, que usan filtros de aire de alta eficiencia para partículas (HEPA), pueden eliminar hasta el 99,9 % de los contaminantes del aire. Se recomienda la filtración del aire para controlar los desencadenantes del asma, pero los expertos sostienen que no debe usarse como solución para los problemas de asma.
Estos dispositivos aumentan el nivel de humedad en el aire mediante la producción de vapor de agua. Si se limpian y se mantienen de manera adecuada, pueden aliviar los síntomas del asma.
La finalidad de las inyecciones de inmunoterapia (inyecciones para la alergia) es fortalecer o deprimir el sistema inmunitario. Si los desencadenantes del asma no pueden evitarse, la inmunoterapia es una opción para tratar los síntomas. El objetivo es reducir la sensibilidad a los alérgenos con el transcurso del tiempo. Durante los primeros meses, las inyecciones generalmente se colocan una vez por semana. Luego, pueden colocarse una vez por mes durante varios años hasta lograr el resultado deseado.
Reconocer el comienzo de los ataques de asma y tratarlos de inmediato es importante para prevenir síntomas graves. Una manera eficaz de lograrlo es a través del uso de medicamentos. La mayoría de los medicamentos contra el asma se usan de manera periódica para prevenir los ataques y se administran mediante un inhalador, aunque algunos pueden administrarse por vía oral o inyectable. Entre los medicamentos preventivos más comunes, se incluyen los siguientes:
Actúan como hormonas naturales del organismo y evitan la inflamación. Aunque los esteroides son los medicamentos más fuertes contra el asma, pueden tener efectos secundarios que no tienen los demás medicamentos.
Su función es contrarrestar los leucotrienos, que son sustancias que liberan los glóbulos blancos en los pulmones y que ocasionan la constricción de las vías respiratorias.
Son ideales para prevenir los ataques de asma desencadenados por la actividad física.
Es fundamental medir periódicamente la función pulmonar para controlar si los medicamentos contra el asma actúan como corresponde. Puede usar un medidor de flujo máximo para medir la cantidad de aire que exhala de los pulmones y detectar si las vías respiratorias están constreñidas antes de que comiencen los síntomas.
Si usa un medidor de flujo máximo para establecer niveles de referencia primero y luego lo usa para controlar la tasa de flujo máximo de manera periódica, puede determinar qué desencadena el ataque de asma, cuándo suspender o agregar medicamentos y, en casos más graves, cuándo buscar atención médica de emergencia.
Los expertos en asma, entre ellos los que integran los National Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud, NIH] y los Centers for Disease Control and Prevention [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC], recomiendan elaborar con el médico un plan de acción contra el asma para controlar la afección. Con un plan elaborado, es posible documentar información importante, como los medicamentos diarios (el tipo de medicamentos y el momento en el que debe tomarlos). Asimismo, puede aprender a actuar ante un ataque de asma y a controlar los síntomas a largo plazo.
La mayoría de los planes, entre ellos, el que recomienda el National Heart, Lung, and Blood Institute [Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre] (parte de los NIH), incluyen tres zonas de asma, con un código de color según la gravedad, para ayudar a aquellos que tienen asma a controlar la gravedad de los síntomas.
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Andrea Baird, MD