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La prueba de esfuerzo se usa para determinar qué tan bien responde el corazón cuando está trabajando al máximo.
Durante la prueba, le indicarán que haga ejercicios (generalmente en una trotadora) a la vez que está conectado a un aparato que le hace un electrocardiograma (ECG). Esto le permite al médico monitorear la frecuencia cardíaca.
A la prueba de esfuerzo también se le conoce como prueba de ejercicios o prueba en cinta para correr.
La prueba de esfuerzo se usa principalmente para determinar si el corazón recibe una cantidad adecuada de oxígeno y el flujo sanguíneo apropiado cuando más lo necesita, tal como cuando se hace ejercicio.
Pueden ordenársela a las personas que han estado padeciendo dolores de pecho y otros síntomas de cardiopatía coronaria.
Según Harvard Medical School [Facultad de Medicina de Harvard], las pruebas de estrés se encuentran entre las mejores herramientas, no solo para diagnosticar enfermedades cardíacas, sino también para estimar el riesgo de padecer enfermedades que corren quienes tienen factores de riesgo, como colesterol alto (Facultad de Medicina de Harvard).
Podría usarse la prueba de esfuerzo para determinar el estado de salud de una persona, especialmente si ésta va a comenzar un nuevo programa de ejercicios. Ello le permite al médico determinar el nivel de ejercicio que dicha persona es capaz de tolerar sin peligro.
Si es mayor de 40 años y fuma, o si presenta otros factores de riesgo de padecer enfermedades cardíacas, debería consultar al médico para determinar si le convendría someterse a la prueba de esfuerzo.
Por lo general, se considera que las pruebas de esfuerzo son seguras, especialmente porque se hacen en un ambiente controlado bajo la supervisión de un profesional médico capacitado.
Sin embargo, existen algunos riesgos, tales como los siguientes:
Sin embargo, con esta prueba es particularmente poco común tener estas reacciones porque el médico lo examinará de antemano. Casi nunca se somete a esta prueba a las personas que corren el riesgo de presentar estas complicaciones (como quienes tienen cardiopatía coronaria avanzada).
Antes de la prueba el médico le realizará un examen físico y le hará preguntas sobre todos sus antecedentes médicos. En este momento le debe informar al médico sobre sus síntomas, especialmente cualquier dolor de pecho o falta de aliento que tenga.
También debe informarle sobre cualquier afección o síntoma que pueda dificultarle hacer ejercicio, como por ejemplo si tiene articulaciones rígidas debido a la artritis.
Por último, debe informarle si tiene diabetes, porque los ejercicios afectan la glucosa sanguínea. Si tiene diabetes, tal vez el médico querrá monitorearle también la glucosa sanguínea durante la prueba de ejercicios.
El día de la prueba póngase ropa holgada y cómoda. Lo mejor sería ponerse algo ligero y cómodo porque va a transpirar. Póngase zapatos cómodos, por ejemplo, zapatos deportivos.
El médico le dará instrucciones completas sobre cómo prepararse de la mejor manera. Por ejemplo:
Antes de comenzar el ejercicio, lo conectarán al aparato de ECG. Le colocarán en la piel, debajo de la ropa, varios parches adhesivos. El médico o la enfermera le medirá la frecuencia cardíaca y la respiración antes de comenzar el ejercicio.
El médico también podría indicarle que respire en un tubo para verificar la fortaleza de los pulmones.
Comenzará por caminar lentamente en una trotadora. A medida que continúa la prueba, le aumentarán la velocidad y la inclinación a la trotadora.
Usted puede pedir que detengan la prueba si presenta cualquier dificultad, específicamente dolor en el pecho, debilidad o cansancio.
Cuando el médico esté satisfecho con los resultados, podrá dejar de ejercitarse. Le seguirán monitoreando la frecuencia cardíaca y la respiración por un breve período.
Después de la prueba le pedirán que descanse y le darán agua. Si se le eleva la presión arterial durante la prueba, el personal de enfermería a cargo se la podría seguir monitoreando.
Algunos días después de la prueba el médico analizará los resultados con usted. La misma podría revelar ritmos cardíacos irregulares u otros síntomas que indiquen que tiene alguna enfermedad de las arterias coronarias, tal como arterias bloqueadas.
Si con la prueba se determina que usted podría tener alguna enfermedad de las arterias coronarias u otros problemas cardíacos, el médico podría comenzar a hacerle tratamientos u ordenar más pruebas, como la prueba de esfuerzo nuclear.
Escrito por (en Inglés): Brian Krans
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD