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Mantenerse saludable no es una de las cosas más difíciles de lograr, pero requiere esfuerzo y control. Las pruebas importantes para las mujeres comienzan a partir de los 20 años de edad, con la prueba de Papanicolaou y el tacto vaginal. Con cada década que pasa, la mujer necesita cada vez más pruebas de detección para mantenerse saludable. Una vez que se somete a una prueba por primera vez, lo más probable es que deban volver a realizársela periódicamente (por lo general, cada uno a cinco años) durante la mayor parte de su vida.
Independientemente de sus antecedentes sexuales, las mujeres de 21 años de edad en adelante deben someterse a una prueba de Papanicolaou cada uno o tres años para detectar signos de cáncer de cuello uterino. Si tiene varias parejas sexuales, sométase a esta prueba todos los años. A partir de los 30 años de edad, si tiene tres pruebas de Papanicolaou normales consecutivas, puede reducir la frecuencia a una vez cada dos o tres años.
El tacto vaginal debe ser un control regular y realizarse todos los años, independientemente del estado de salud de la paciente. En un tacto vaginal, el ginecólogo evalúa los órganos genitales visualmente y al tacto. El American College of Obstetricians and Gynecologists [Colegio Estadounidense de Ginecología y Obstetricia] recomienda que las niñas realicen su primera consulta al ginecólogo entre los 13 y los 15 años de edad y, de allí en adelante, una vez al año (o con mayor frecuencia, si fuera necesario).
Es aconsejable someterse a un análisis de sangre de referencia donde se midan los niveles de colesterol y triglicéridos a los 21 años de edad y repetirlo cada cinco años hasta llegar a los 40 años de edad. De allí en adelante, es importante hacerse este análisis todos los años porque el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas aumenta con la edad.
Es recomendable someterse a exámenes oculares anuales si usa anteojos o lentes de contacto. De lo contrario, estos controles pueden repetirse año de por medio. Las mujeres son más propensas a sufrir el síndrome del ojo seco y a padecer enfermedades autoinmunitarias que afectan la salud de los ojos.
Durante una de las limpiezas semestrales, pídale al odontólogo que le realice un examen periodontal, que consiste en tomar radiografías para detectar inflamación en las encías.
Todos los años, más de un millón de estadounidenses reciben un diagnóstico de cáncer de piel. Para detectar el cáncer de piel de manera precoz, contrólese usted misma todos los meses para identificar lunares nuevos o sospechosos y consulte al dermatólogo una vez al año para que le realice una exploración física de cuerpo completo. Si suele exponerse al sol durante períodos prolongados, tiene piel muy blanca o antecedentes familiares de cáncer de piel, comience con los controles dermatológicos a partir de los 20 años de edad.
La depresión afecta a una de cada cuatro mujeres y las probabilidades de sufrirla aumentan con la edad. Si le preocupa su estado de ánimo, pídale al médico que le realice esta prueba. El médico le hará una serie de preguntas acerca de los síntomas que la aquejan, entre los cuales pueden incluirse problemas del sueño, irritabilidad, pérdida de la libido o el interés en el sexo y letargo.
Si corre un riesgo elevado de padecer cáncer de mama debido a antecedentes personales o familiares, es aconsejable que se someta a una mamografía anual a partir de los 40 años de edad (o antes). Durante la exploración física anual, pregúntele al médico por sus riesgos particulares de padecer cáncer de mama.
Es importante hacerse análisis de sangre para detectar la prediabetes y la diabetes a partir de los 40 años de edad, incluso si no tiene antecedentes familiares de esta enfermedad. Después de los 45 años de edad, los análisis de detección se recomiendan cada tres años.
Los niveles adecuados de esta vitamina tan importante en las mujeres de 40 años de edad en adelante contribuyen a proteger los huesos. La vitamina D también protege contra las enfermedades cardíacas, la diabetes y algunos tipos de cáncer. Al principio, debe someterse a este análisis cada dos o tres años. Sin embargo, a medida que envejece, al organismo le resulta cada vez más difícil sintetizar la vitamina, por lo que probablemente deba hacerse el análisis con mayor frecuencia.
Es aconsejable que se someta a un audiograma -un control de la audición a diferentes tonos y niveles de intensidad- una vez al año a partir de los 50 años de edad, que es cuando la audición suele comenzar a deteriorarse. Si tiene la costumbre de escuchar música a todo volumen en su reproductor de MP3 o durante su juventud asistió a muchos conciertos de rock, posiblemente lo más conveniente sea someterse antes a este estudio.
Las mujeres de más de 50 años de edad son más propensas a padecer hipotiroidismo. Si bien el análisis de tirotropina (TSH) en sangre no siempre se incluye en los análisis de control anuales, es posible que el médico lo solicite si lo considera pertinente en virtud de sus antecedentes médicos. Los resultados de este análisis pueden ayudar a explicar el cansancio, el aumento de peso o los dolores atípicos.
Es recomendable someterse a una colonoscopía, que es un procedimiento en el cual se utiliza una cámara para observar el interior del colon y detectar pólipos y tejidos anómalos. Comience a partir de los 50 años de edad y repita esta prueba cada 10 años (o con mayor frecuencia si le detectan pólipos o tiene antecedentes familiares de cáncer colorrectal). Como la mayoría de los casos de cáncer colorrectal comienzan como un pólipo, la detección precoz y la extirpación de los pólipos pueden contribuir a prevenir el cáncer.
Esta radiografía se utiliza para medir la densidad ósea (que se basa en la cantidad de minerales, como el calcio, presentes en los huesos), que es un indicador clave de la resistencia de los huesos. A medida que la mujer se acerca a la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen. Los niveles bajos de estrógeno aumentan el riesgo de sufrir osteopenia, la cual, si no se trata, puede dar origen a la osteoporosis. Las mujeres que tienen antecedentes de esta afección, en especial las de raza blanca o de ascendencia del sudeste asiático, corren un mayor riesgo.
Si bien se trata de una prueba sumamente incómoda, es importante someterse a un tacto rectal a partir de los 60 años de edad. El tacto rectal permite detectar hemorroides o fisuras en el ano y va acompañado de un análisis de sangre oculta en heces para identificar trazas de sangre en la materia fecal que pueden no ser visibles a simple vista. Estas pruebas permiten la detección precoz de pólipos o cáncer en el colon.
Es aconsejable recibir la vacuna antitetánica cada 10 años. Para las personas de más de 65 años de edad, es importante recibir las vacunas contra la gripe y contra el neumococo para protegerse contra la influenza y la neumonía (los Centers for Disease Control and Prevention [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC] recomiendan la vacuna antigripal a las personas de 50 años en adelante, en especial a quienes padecen afecciones crónicas).
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Andrea Baird, MD