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Una resonancia magnética (RM) mamaria es un tipo de prueba de diagnóstico por imágenes que utiliza imanes y ondas de radio para detectar anomalías en la mama.
Con la RM, el médico puede visualizar los tejidos blandos del cuerpo.
Por lo tanto, puede solicitarle una RM mamaria si cree que hay anomalías en las mamas.
Esta prueba se utiliza para examinar las mamas cuando otras pruebas de diagnóstico por imágenes resultan inapropiadas o proporcionan resultados no concluyentes. También se emplea para controlar el avance del cáncer de mama y los tratamientos.
Existen otras razones por las cuales es necesario someterse a una RM mamaria, entre ellas:
Lo ideal es complementar la RM mamaria con una mamografía, ya que si bien la RM mamaria puede detectar muchas anomalías, la mamografía permite visualizar mejor ciertos tipos de cáncer.
Para las embarazadas, la RM se considera una alternativa más segura en comparación con otras pruebas de detección que utilizan radiación, por ejemplo, la tomografía computarizada (TC). Aunque los niveles de radiación de una TC son seguros para los adultos, no lo son para los bebés en gestación.
No hay pruebas que permitan determinar que los campos magnéticos y las ondas de radio son perjudiciales.
Pese a ser más seguras, al someterse a una RM es necesario tener en cuenta ciertas consideraciones:
Falsos positivos: Debido a que la prueba no siempre distingue entre tumores cancerosos y no cancerosos, cabe la posibilidad de que detecte protuberancias que aparenten ser cancerosas cuando, en realidad, no lo son. Es necesario realizar una biopsia para corroborar los resultados de la prueba.
Reacción alérgica al medio de contraste : Para realizar una RM, se utiliza un medio de contraste que se inyecta en el torrente sanguíneo para que sea más fácil visualizar las imágenes. Se sabe que este medio de contraste puede provocar reacciones alérgicas y complicaciones en las personas que padecen problemas renales.
Antes de la RM, el médico le explicará en qué consiste la prueba y revisará todos sus antecedentes físicos y médicos. Este es el momento oportuno para informarle al médico sobre cualquier medicamento que esté tomando o sobre cualquier alergia conocida. Infórmele también si tiene algún dispositivo médico implantado ya que puede resultar afectado durante la prueba.
Indíquele si anteriormente ha tenido alguna reacción alérgica a cualquier medio de contraste o si le han diagnosticado problemas renales. Además, avísele si está embarazada o podría estarlo o si está amamantando. Las pruebas no se consideran seguras para las embarazadas; las madres en período de lactancia no deben amamantar a sus hijos durante los dos días posteriores a la prueba.
También es importante programar la RM de manera tal que coincida con el inicio del ciclo menstrual. El momento ideal para hacerla es entre los días siete y 14 del ciclo.
Como la máquina de RM se encuentra en un espacio cerrado y reducido, es importante que le informe al médico si sufre de claustrofobia. De este modo, podrán darle un sedante que le permitirá relajarse durante la prueba. En casos extremos, el médico puede optar por una RM abierta en la cual la máquina no está tan cerca del cuerpo. El médico le explicará las opciones de una mejor manera.
La máquina de RM consta de una camilla plana que se desliza hacia adentro y hacia afuera de la máquina. La parte circular, parecida a una rueda, es donde funcionan los imanes y las ondas de radio para generar las imágenes de la mama.
Antes de la prueba, deberá colocarse una bata de hospital y quitarse todas las alhajas y los aros que pueda tener en el cuerpo.
Si se utiliza un medio de contraste, le colocarán una vía intravenosa en el brazo para poder inyectar el medio de contraste en el torrente sanguíneo.
Cuando esté en la sala donde se realizará la RM, deberá recostarse boca abajo en una camilla acolchonada que tiene una parte hundida donde apoyará las mamas. Luego, el técnico desplazará la camilla donde usted se encuentra recostada hacia el interior de la máquina.
El técnico le irá indicando cuándo debe permanecer inmóvil y si tiene que contener la respiración. Como el técnico se encuentra en otra habitación para supervisar los monitores donde se van generando las imágenes, utilizará un micrófono para darle las instrucciones.
No sentirá nada mientras la máquina trabaja, aunque tal vez oiga ruidos fuertes, como repiqueteos o golpes en seco, y posiblemente algún que otro zumbido. Es posible que deba usar tapones para los oídos.
Por lo general, la prueba demora entre 30 minutos y una hora. Una vez que se hayan registrado las imágenes, podrá volver a vestirse e irse a casa.
Un radiólogo revisará las imágenes de la RM y se las entregará al médico, quien las analizará en otro momento.
Las imágenes de la RM son en blanco y negro. Los tumores y demás anomalías pueden verse como manchas blancas brillantes. Esas manchas indican los lugares donde se ha acumulado el medio de contraste debido a una mayor actividad celular.
Si la RM muestra una protuberancia que pueda llegar a ser cancerosa, el médico solicitará una biopsia, que es la extracción quirúrgica de una pequeña muestra de tejido del bulto sospechoso que sirve para confirmar si es o no canceroso.
Escrito por (en Inglés): Brian Krans
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD