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El retraso del crecimiento se produce cuando un niño no crece al ritmo considerado normal para su edad. Este problema puede ser percibido por los padres o durante una consulta con el médico.
Según la Magic Foundation (una organización sin fines de lucro que ofrece apoyo a las familias de niños que padecen trastornos del crecimiento), el hecho de que un niño no crezca como mínimo 6 centímetros por año puede ser uno de los primeros signos de la presencia de un problema (Magic Foundation, 2011).
Un retraso del crecimiento puede ser causado por diferentes problemas, incluidos los siguientes:
Si su hijo es más pequeño que los demás niños de su edad, es posible que tenga un problema de crecimiento. Por lo general, el retraso se considera un problema médico cuando el niño tiene el tamaño de niños uno o dos años menores que él.
Es posible que el tamaño de los brazos y las piernas de su hijo sea desproporcionado en relación con el tamaño del torso, en particular si padece enanismo.
Existen otros síntomas que dependen de la causa del retraso del crecimiento.
Por ejemplo, los desequilibrios hormonales pueden provocar muchos otros síntomas además del retraso del crecimiento. La tiroxina, que es una hormona importante segregada por la glándula tiroidea, es la responsable del metabolismo celular. Los niveles bajos de tiroxina pueden causar retrasos del crecimiento y también falta de energía, estreñimiento, sequedad en la piel, sequedad en el cabello y problemas para mantener la temperatura corporal. Los niveles bajos de somatotropina pueden afectar el crecimiento del rostro, con lo cual el niño puede parecer excesivamente pequeño.
Los niños que padecen un retraso del crecimiento a causa de enfermedades gastrointestinales también pueden presentar gases, diarrea, estreñimiento, vómitos, nauseas y dificultad para aumentar de peso.
El primer paso para el diagnóstico es obtener información sobre los antecedentes médicos del niño, detalles sobre el embarazo, la estatura y el peso del niño al nacer, la estatura de otros integrantes de la familia y datos sobre familiares que hayan padecido retrasos del crecimiento. Es posible que el médico le sugiera llevar un registro del crecimiento de su hijo durante un lapso de seis meses a un año para determinar si existe un problema médico.
Algunas pruebas pueden ayudar a determinar si su hijo sufre un retraso del crecimiento. Una radiografía de mano y muñeca aporta información importante sobre el desarrollo óseo de su hijo en relación con su edad. Los análisis de sangre permiten detectar problemas con la producción de hormonas o enfermedades gastrointestinales, renales u óseas. En algunos casos, es posible que el médico recomiende una serie de análisis de sangre que requieren que el niño permanezca en el hospital durante una noche. Esto se debe a que aproximadamente dos tercios de la producción de somatotropina tiene lugar mientras su hijo duerme.
El tratamiento dependerá de la causa del problema. Es posible que los niños con una deficiencia de somatotropina deban recibir inyecciones de la hormona en su hogar. Las inyecciones pueden administrarse tres veces por semana o con mayor frecuencia (incluso todos los días), según las instrucciones del médico. El tratamiento se extiende durante varios años hasta que el niño alcanza la estatura de un adulto normal.
Si las pruebas detectan un problema subyacente, como una enfermedad renal o gastrointestinal, desnutrición o un tumor en la hipófisis, tratar la enfermedad o afección puede ayudar a que comience a crecer normalmente.
En algunos casos, el retraso del crecimiento y una estatura menor que lo normal pueden ser características inherentes a determinados síndromes, como el síndrome de Down o el síndrome de Turner. Los hombres adultos con síndrome de Down tienen una estatura promedio de 1,60 metros, mientras que en las mujeres, la estatura promedio es de 1,40 metros, según la Down Syndrome Association of Los Angeles [Asociación del Síndrome de Down de Los Ángeles, DSALA].
El pronóstico en relación con el crecimiento dependerá de la causa del problema, la prontitud del diagnóstico y el inicio del tratamiento. En los niños con retrasos del crecimiento atribuibles a afecciones subyacentes, lo más probable es que se alcance una estatura normal o casi normal si se comienza con el tratamiento inmediatamente después de detectar el problema. Esperar demasiado puede empeorar el problema, en especial si el niño presenta una deficiencia de somatotropina, ya que una vez que se cierran los cartílagos de crecimiento, al llegar a la adultez, la persona deja de crecer.
Escrito por (en Inglés): Holly McGurgan
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP