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El rubor o enrojecimiento de la piel se caracteriza por una sensación cálida y una coloración rojiza del cuello, la parte superior del pecho o el rostro que se presenta rápidamente. Cuando se enrojece la piel, suelen verse manchas sólidas de color rojo. El enrojecimiento de la piel es una respuesta física frecuente a la ansiedad, el estrés, la vergüenza, la ira u otro estado emocional extremo. Suele ser más un problema social que una inquietud médica.
Sin embargo, puede estar asociado a un problema médico subyacente, como la enfermedad de Cushing o una sobredosis de niacina. La enfermedad de Cushing se produce debido a niveles elevados de cortisol en el organismo. Si consume niacina de venta libre en exceso para reducir el colesterol, puede sufrir una sobredosis. Busque asistencia médica en caso de que el enrojecimiento de la piel o rubor sea recurrente.
El enrojecimiento facial tiene muchas causas, por ejemplo, un estado emocional muy intenso o el consumo de alimentos picantes. También se lo asocia a varias afecciones médicas. A continuación, se enumeran algunas causas frecuentes de enrojecimiento.
Consumir alimentos picantes, especialmente pimientos o productos derivados del género de plantas Capsicum (pimiento), puede provocar el enrojecimiento repentino del rostro o el cuello. Entre estos productos, se incluyen la pimienta de cayena, el pimentón, los chiles y los pimientos rojos. Consumir estos alimentos puede elevar la temperatura corporal y provocar enrojecimiento facial. Además, manipularlos puede causar el enrojecimiento y la irritación de la piel.
Las emociones extremas pueden provocar enrojecimiento facial. Por ejemplo, si se siente sumamente avergonzado o ansioso, quizás aparezcan manchas en el rostro o el cuello. Las sensaciones de ira, estrés o tristeza extremas también pueden causar el enrojecimiento de la piel. Llorar puede provocar la aparición de manchas rojas en el rostro y el cuello. Todas estas emociones son signos de un aumento agudo de la presión arterial.
La rosácea es una afección cutánea que puede provocar inflamación, enrojecimiento y llagas similares a las del acné. Aunque se desconoce la causa de la rosácea, la inflamación de los vasos sanguíneos producto del estrés, el consumo de alimentos picantes y las temperaturas elevadas pueden empeorar la afección. Las mujeres de entre 30 y 50 años de edad que tienen la piel de color claro son más propensas a presentar este problema.
Entre las demás causas menos frecuentes del enrojecimiento facial, se encuentran las siguientes:
Si bien el enrojecimiento no constituye una emergencia, es posible que se relacione con afecciones graves. Consulte al médico si el enrojecimiento es persistente o trae aparejados otros síntomas, como diarrea.
Existen varias opciones de tratamiento en el hogar disponibles para disminuir los episodios de enrojecimiento. Si los tratamientos en el hogar no previenen ni disminuyen la frecuencia de los episodios, consulte al médico de inmediato; esto podría significar que existe una afección médica subyacente responsable del enrojecimiento repentino.
Entre algunas de las opciones de tratamiento en el hogar, se incluyen evitar desencadenantes específicos, como los alimentos picantes, las bebidas calientes, las toxinas, la luz solar intensa y el frío o el calor extremos. Apartarse de situaciones de gran estrés también podría prevenir el enrojecimiento. Utilizar técnicas de relajación como ejercicios de respiración profunda para reducir la ansiedad podría disminuir la presión arterial. Si el enrojecimiento no desaparece, programe una consulta con el médico.
Probablemente, el médico registrará todos los síntomas para determinar la causa subyacente del enrojecimiento. Quizás le haga preguntas sobre la frecuencia, la duración, la ubicación y el contexto de los síntomas. Además, le realizará una exploración física e indagará sobre los antecedentes médicos para ofrecer un diagnóstico. Quizás evalúe si existen otros síntomas concomitantes, como diarrea, respiración superficial o urticaria.
Si el médico determina que los síntomas son emocionales, tal vez lo derive a un psicoterapeuta, quien le enseñará a manejar las emociones y prevenir los episodios de enrojecimiento.
Por lo general, el enrojecimiento no ocasiona problemas médicos graves. No obstante, en algunos casos, puede ser producto de una afección grave. Es importante informarle al médico todos los síntomas que tenga.
Además, es posible prevenir los episodios de enrojecimiento si se identifican los desencadenantes. Si el desencadenante es emocional, el enrojecimiento puede volverse más frecuente a menos que usted desarrolle habilidades de afrontamiento adecuadas para manejar mejor sus emociones.
No se conoce ningún método probado para prevenir el enrojecimiento. Sin embargo, puede tomar determinadas medidas para reducir el riesgo de que se produzcan episodios. Puede hacer lo siguiente:
Escrito por (en Inglés): Suzanne Allen
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD