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Por lo general, la secreción vaginal es algo normal y regular. Sin embargo, determinados tipos de secreción vaginal pueden indicar la presencia de una infección. La secreción anormal puede ser de color amarillento o verdoso, de consistencia grumosa y con olor desagradable. La mayoría de las secreciones anormales son causadas por infecciones por hongos levaduriformes o bacterias. Si nota cualquier secreción de aspecto extraño u olor desagradable, consulte al médico para recibir diagnóstico y tratamiento.
Existen varios tipos diferentes de secreción vaginal, los cuales se categorizan según su color y su consistencia. Algunos son normales, mientras que otros pueden indicar la presencia de una afección subyacente que requiere tratamiento.
Algo de secreción blanquecina es normal, especialmente al comienzo o al final del ciclo menstrual. No obstante, una secreción blanquecina acompañada de comezón, que tiene una consistencia espesa de aspecto similar al requesón, no es normal y necesita tratamiento. Este tipo de secreción puede ser un signo de infección por hongos levaduriformes.
Una secreción transparente y acuosa es perfectamente normal y puede presentarse en cualquier momento del mes. Puede ser especialmente abundante después de hacer actividad física.
Cuando la secreción es transparente, pero elástica y viscosa, en lugar de acuosa, indica que usted está ovulando. Este tipo de secreción es normal.
La secreción amarronada o sanguinolenta generalmente es normal, en especial si se produce durante el ciclo menstrual. La secreción al final del período puede ser de color amarronado en lugar de rojo. También es posible que presente una cantidad pequeña de secreción sanguinolenta entre períodos menstruales, denominada oligometrorragia (manchado). Si el manchado se produce durante el tiempo normal del período y usted ha mantenido relaciones sexuales sin protección recientemente, podría ser un signo de embarazo.
En casos poco frecuentes, la secreción amarronada o sanguinolenta podría ser un signo de cáncer de cuello uterino avanzado. Por ello, es importante someterse todos los años a un tacto vaginal y una prueba de Papanicolaou, durante los cuales el ginecólogo buscará anomalías en el cuello uterino.
Una secreción amarillenta o verdosa, en especial si es espesa, grumosa o despide un olor desagradable, no es normal. Este tipo de secreción puede ser un signo de tricomonosis, que es una infección que habitualmente se transmite al mantener relaciones sexuales.
La secreción vaginal normal es una función orgánica saludable y es la manera en la cual el organismo limpia y protege la vagina. Asimismo, es normal que la secreción aumente con la actividad física, la excitación sexual, la ovulación, el uso de anticonceptivos orales y el estrés emocional.
Sin embargo, la secreción vaginal anormal generalmente es causada por una infección.
La vaginitis bacteriana es una infección bacteriana bastante frecuente que provoca un aumento de la secreción vaginal, la cual despide un olor fuerte y desagradable (a pescado), si bien en algunos casos no produce síntomas. Las mujeres que reciben sexo oral o que tienen varias parejas sexuales corren un riesgo mayor de contraer esta infección (University of Illinois [Universidad de Illinois]).
Este es otro tipo de infección, pero causado por un protozoo. Por lo general, se contagia por contacto sexual, aunque también puede contraerse al compartir toallas o trajes de baño. Se caracteriza por una secreción amarillenta o verdosa con olor desagradable. El dolor, la inflamación y la comezón también son síntomas frecuentes, si bien algunas mujeres no manifiestan síntomas.
Una infección por hongos levaduriformes es una micosis que produce una secreción blanquecina de aspecto similar al requesón, además de ardor y comezón. Si bien la presencia de hongos levaduriformes en la vagina es normal, en determinadas circunstancias estos hongos pueden reproducirse de manera descontrolada. Los siguientes factores pueden aumentar las probabilidades de sufrir infecciones por hongos levaduriformes:
Estas dos infecciones de transmisión sexual pueden provocar una secreción anormal, que suele ser amarillenta o turbia.
Este tipo de infección a menudo se contrae por contacto sexual y se produce cuando las bacterias se diseminan desde la vagina hacia los demás órganos genitales. Puede provocar una secreción espesa de olor desagradable.
La infección por VPH, que es causada por contacto sexual, puede provocar cáncer de cuello uterino. Si bien posiblemente no manifieste síntomas, este tipo de cáncer puede producir una secreción sanguinolenta, amarronada o acuosa con olor desagradable. El cáncer de cuello uterino puede prevenirse o detectarse fácilmente mediante pruebas de Papanicolaou y análisis de detección del VPH anuales (Centers for Disease Control and Prevention [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC]).
Debe consultar al médico lo antes posible si la secreción anormal va acompañada de otros síntomas, como fiebre, dolor abdominal, pérdida de peso de origen desconocido, cansancio o aumento del volumen de orina. Si tiene dudas acerca de si una secreción es o no normal, consulte al médico.
Durante la consulta con el médico por una secreción anormal, le realizarán una exploración física que incluirá un tacto vaginal. También le harán una serie de preguntas acerca de los síntomas que manifiesta, su ciclo menstrual y su actividad sexual. En muchos casos, es posible detectar la presencia de una infección durante una exploración física o un tacto vaginal.
Sin embargo, si el médico no puede diagnosticar el problema de inmediato, es posible que usted deba someterse a una serie de pruebas. Tal vez el médico tome una muestra de raspaje del cuello uterino para determinar si usted padece VPH o cáncer de cuello uterino. También es posible que se analice la secreción al microscopio a fin de identificar la presencia de un agente infeccioso. Una vez que el médico haya determinado la causa de la secreción, le informará sobre las opciones de tratamiento disponibles.
Para prevenir infecciones, es aconsejable mantener buenas prácticas de higiene y usar ropa interior de algodón que permita el paso del aire. Evite los lavados vaginales, ya que pueden empeorar la secreción porque eliminan las bacterias beneficiosas. Mantenga relaciones sexuales seguras y use protección para evitar las enfermedades de transmisión sexual.
Para reducir las probabilidades de contraer infecciones por hongos levaduriformes al tomar antibióticos, consuma yogur, que contiene cultivos vivos y activos. Si sabe que tiene una infección por hongos levaduriformes, también puede tratarla con cremas u óvulos vaginales de venta libre.
Escrito por (en Inglés): Mary Ellen Ellis
Revisado médicamente (en Inglés)
on: Sep 10, 2012: George Krucik, MD