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La fibromialgia es un trastorno crónico cuyos síntomas persisten durante un período prolongado. Si sufre de fibromialgia, es posible que tenga días buenos en los que los síntomas son más leves y días malos en los que empeoran. Sin embargo, por lo general, los síntomas no desaparecen por completo y luego reaparecen como sucede con otras enfermedades.
El síntoma principal de la fibromialgia es dolor en los músculos, las articulaciones y los tendones que se expande a todo el cuerpo. Muchas personas que padecen de este trastorno sienten un dolor muscular profundo que empeora con el ejercicio intenso. Puede manifestarse como dolor pulsante, lacerante o urente. Puede irradiarse desde los puntos neurálgicos (ver abajo) y puede ir acompañado de adormecimiento u hormigueo en las extremidades. A menudo, el dolor es más intenso en los músculos que se utilizan con más frecuencia, como las manos, los pies y las piernas, y también puede ir acompañado de rigidez en las articulaciones. Algunos pacientes señalan que el dolor es peor al despertar, que va disminuyendo durante el transcurso del día y que vuelve a empeorar a la noche, si bien este patrón no se repite en todas las personas que sufren de fibromialgia.
Los puntos neurálgicos son áreas del cuerpo que duelen mucho cuando se aplica algo de presión sobre ellas, por ejemplo, al presionar con la punta de los dedos. La presión en los puntos neurálgicos también puede provocar dolor en las áreas del cuerpo alejadas del punto neurálgico propiamente dicho. Existen nueve pares de puntos neurálgicos que a menudo se asocian con la fibromialgia:
Según los primeros criterios diagnósticos para la fibromialgia, establecidos por el American College of Rheumatology [Colegio Estadounidense de Reumatología, ACR] en 1990, para poder diagnosticar una fibromialgia era necesario que hubiera dolor en al menos 11 de estos 18 puntos. Sin embargo, en mayo de 2010, el ACR actualizó el proceso de diagnóstico y los criterios relacionados. Si bien los puntos neurálgicos aún se consideran característicos de la fibromialgia, su importancia para el diagnóstico de la afección ha disminuido.
La sensación de cansancio o el agotamiento extremo son comunes en la fibromialgia. Los pacientes también presentan lo que se llama fibroniebla, una afección que puede incluir dificultad para concentrarse, recordar información o seguir conversaciones, y puede dificultar el trabajo u otras actividades diarias.
Los pacientes con fibromialgia a menudo tienen dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormidos o alcanzar las etapas de sueño más profundas y beneficiosas. Esto puede deberse a que el dolor hace que se despierten varias veces por la noche, o a un trastorno del sueño como la apnea del sueño o el síndrome de las piernas inquietas, ambos asociados con la fibromialgia.
Debido a que es probable que la fibromialgia se relacione con desequilibrios en la química del cerebro, los problemas psicológicos son síntomas comunes que suelen acompañar al dolor. También pueden ser provocados por niveles anormales de ciertas sustancias químicas neurotransmisoras, lo que incluye depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
Existen muchas otras enfermedades y afecciones que son más comunes entre las personas que padecen fibromialgia que en la población general. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MD, MPH