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Para tratar la psoriasis normalmente son necesarias distintas estrategias, como cambios en el estilo de vida, la nutrición y los medicamentos. La magnitud del tratamiento depende de la gravedad de los síntomas, la edad de la persona, su estado de salud y otros factores.
Debido a que la psoriasis no tiene cura, a menudo los médicos y dermatólogos prueben varios métodos antes de encontrar el apropiado para el paciente.
Las opciones de tratamiento para la psoriasis dependen de los siguientes factores:
Muchos de los tratamientos comunes son para tratar los síntomas de la psoriasis, incluso la comezón y la descamación de la piel. El uso regular de cremas humectantes de venta libre después de bañarse o ducharse puede ayudar a retener la humedad de la piel para prevenir la descamación, pero no resolverá la inflamación subyacente.
Los dermatólogos también recomiendan que quienes padecen psoriasis usen jabones, detergentes y cremas humectantes sin perfume ni colorantes para minimizar la irritación de la piel.
Los medicamentos que requieren receta médica ayudan a combatir la propagación de la enfermedad al tratar la inflamación.
Por lo general los médicos prefieren usar el mínimo tratamiento necesario para detener los síntomas, que en muchos casos es un tratamiento tópico. De esa manera, a medida que la piel se vuelva más resistente y ya no responda a un tratamiento, podrá recurrirse a otro más potente.
Los tratamientos que se aplican directamente a la piel (cremas, pomadas, lociones y geles), llamados tratamientos tópicos, suelen ser la primera línea de tratamiento para la mayoría de los pacientes con psoriasis leve a moderada. En algunos casos se combinan con otras clases de tratamiento para la psoriasis.
Entre los tratamientos tópicos se destacan:
La fototerapia es un procedimiento en el cual se expone la piel cuidadosamente a luz ultravioleta (UV) natural o artificial. La fototerapia a largo plazo está relacionada con un incremento en la incidencia de cáncer de la piel, particularmente melanoma, la forma más letal del cáncer de piel. Por esa razón es importante que converse con su dermatólogo sobre el uso de la fototerapia antes de exponerse a altas dosis de luz UV. Nunca intente tratarse a sí mismo en una cama solar o tomando baños de sol.
El sol es la fuente de luz UV más natural, que produce rayos UV-A. La luz UV disminuye la producción de células T y con el tiempo destruye todas las células T activadas, lo cual dilata la respuesta inflamatoria y el reemplazo de las células cutáneas. La exposición por breves períodos a pequeñas cantidades de luz solar podría mejorar la psoriasis. Sin embargo, la exposición al sol intenso o a largo plazo pueden empeorar los síntomas, dañar la piel e incrementar las probabilidades de desarrollar cáncer de la piel.
Para los casos de psoriasis leve pueden usarse tratamientos de luz artificial con UV-B. Debido a que las lámparas de rayos UV-B se usan con frecuencia para este tipo de tratamiento, se pueden tratar partes individuales o áreas más pequeñas de piel en lugar de exponer todo el cuerpo. Entre los efectos secundarios se destacan comezón, resequedad y enrojecimiento de las áreas tratadas.
La combinación del tratamiento con UV-B y con alquitrán de carbón hace que las dos terapias sean más eficaces que cualquiera de ellas por sí solas. (el alquitrán de carbón torna la piel más receptiva a la luz UV-B) Esta terapia se usa en los casos leves a moderados.
La terapia con láser es un tratamiento promisorio de la psoriasis leve a moderada. Los láseres pueden apuntar rayos concentrados de luz UV-B en los parches psoriásicos sin afectar la piel circundante. Sin embargo, debido a que el láser no puede cubrir áreas extensas, solamente es útil para el tratamiento de parches pequeños.
El psoraleno, que es un medicamento sensibilizador a la luz, puede combinarse con la fototerapia con UV-A para tratar la psoriasis. Los pacientes toman el medicamento o se aplican una crema con psoraleno en la piel y se exponen a rayos UV-A. Este tratamiento es más agresivo y con frecuencia se les realiza únicamente a los pacientes con casos de psoriasis moderados a graves.
Si los otros tratamientos tienen un éxito limitado, el médico podría recomendarle el láser pulsado por pigmento. Dicho proceso destruye diminutos vasos sanguíneos en las áreas que circundan las placas de psoriasis para interrumpir el flujo sanguíneo y disminuir así el desarrollo celular del área.
Para las formas de psoriasis más graves o en los casos más resistentes a otros tratamientos pueden utilizarse medicamentos o fármacos tradicionales orales o inyectables.
Entre estos medicamentos se destacan:
Para la psoriasis no se recetan antibióticos a menos que se haya infectado la piel o si las bacterias empeoran los síntomas.
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MD, MPH