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Por lo general, los tratamientos alternativos de la artrosis tienen como objetivo reducir el dolor, la rigidez y la inflamación asociados con la afección y servir como tratamientos complementarios a los tratamientos de medicina tradicional. Como sucede con muchos tratamientos alternativos de cualquier enfermedad o afección, a menudo hay opiniones encontradas respecto de la eficacia de algunos métodos, y no existen demasiadas investigaciones en comparación con los tratamientos clínicos.
Sin embargo, muchas personas han obtenido resultados con los tratamientos alternativos de numerosas enfermedades y afecciones, entre ellas, la artrosis. Antes de probar un tratamiento alternativo para la artrosis, siempre debe consultar al médico primero para verificar que los métodos sean seguros y adecuados.
Hierbas y suplementos
La mayoría de los suplementos que se recomiendan tienen propiedades antinflamatorias para tratar la artrosis.
La glucosamina (junto con la condroitina) es el componente principal del cartílago, la sustancia que cubre y protege las articulaciones, que puede adquirirse como suplemento nutricional. Si bien las investigaciones ofrecen resultados encontrados, los efectos secundarios de este suplemento son pocos, y existen informes de carácter anecdótico sobre el alivio del dolor. Sin embargo, no existen datos sólidos que prueben que la glucosamina sirve para aliviar los síntomas de la artrosis.
La cúrcuma se ha usado durante años en la medicina tradicional china y ayurvédica por sus propiedades antinflamatorias. Los estudios preliminares en los Estados Unidos demuestran que puede reducir la inflamación de las articulaciones.
Se ha demostrado que la vitamina C y los ácidos grasos del omega 3 (aceite de pescado) disminuyen la inflamación de las articulaciones. Los suplementos de aceite de pescado son particularmente eficaces para mejorar la rigidez y el dolor matutino de las articulaciones asociados con la artrosis.
El gobierno francés ha estudiado las sustancias no saponificables del aguacate y la soja durante más de 15 años, y aparentemente son seguras para prevenir el deterioro de los cartílagos y favorecer su reparación.
La uña de gato (Uncaria tomentosa) es una enredadera leñosa originaria de Perú cuya corteza seca aparentemente tiene propiedades antinflamatorias. Los investigadores han descubierto que reduce la inflamación de las articulaciones en las personas con artrosis.
Los tratamientos psicocorporales ofrecen soluciones reales al dolor provocado por la artrosis y no tienen los efectos secundarios de los medicamentos.
La acupuntura consiste en insertar agujas delgadas en diversos puntos de la piel para disminuir numerosos tipos de dolor, incluido el dolor por artrosis.
Pueden ser un excelente método para el alivio del dolor y la rigidez de las articulaciones con artrosis. Las pruebas científicas revelan que disminuyen la producción de las hormonas del estrés, la depresión, el dolor muscular y los espasmos, además de ayudar a dormir mejor.
Consiste en utilizar un pequeño dispositivo que produce pulsos eléctricos leves para estimular los nervios próximos a la articulación con artrosis. Se cree que esta estimulación interfiere en la transmisión de las señales de dolor al cerebro.
Mediante una ecografía, se usan ondas sonoras de alta energía para eliminar el tejido cicatricial y restaurar el flujo sanguíneo hacia los tejidos dañados para que puedan cicatrizar. Generalmente, esta técnica es realizada por un médico o terapeuta ocupacional.
Consiste en utilizar una máquina que emite señales acerca de la reacción del organismo al estrés y el dolor. Con la ayuda de un terapeuta, se puede aprender a utilizar estos mensajes para controlar el dolor de la artrosis.
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MD, MPH