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Para la mayoría de los tipos de demencia, no existen tratamientos con los que se pueda revertir o detener el avance de la enfermedad. Además, cada vez es más evidente que la demencia tiene múltiples causas y factores de riesgo.
Por lo tanto, una solución única para prevenir, tratar o curar esta afección es absolutamente improbable. En cambio, los científicos creen que es mucho más probable que la mayoría de las personas afectadas obtengan mejores resultados si se desarrollan métodos multifacéticos que incluyan la combinación de medicamentos con estrategias relativas al estilo de vida.
Como la demencia es una afección altamente individualizada, el médico es la única persona capacitada para sugerir las opciones de tratamiento más convenientes en cada caso. Teniendo esto en cuenta, a continuación se incluyen opciones de tratamiento para algunas de las formas de demencia más frecuentes.
En la actualidad, existen cuatro medicamentos contra la EA, probados en estudios clínicos y aprobados por la Food and Drug Administration [Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA], que han demostrado ofrecer beneficios moderados en relación con los síntomas conductuales o cognitivos. Sin embargo, la eficacia de estos medicamentos varía según la persona e, invariablemente, disminuye con el tiempo.
No existe ningún tratamiento convencional con medicamentos contra la demencia vascular. No obstante, es posible tratar algunos de los síntomas, como la depresión. La mayoría de los tratamientos apuntan a reducir los factores de riesgo asociados con una intensificación del daño cerebral.
Hay determinados estudios que indican que los medicamentos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, concretamente, los inhibidores de la colinesterasa; p. ej., galantamina (Razadyne), pueden mejorar la función cognitiva y los síntomas conductuales en los pacientes con demencia vascular en sus etapas iniciales.
Además, muchas veces es posible desacelerar considerablemente o incluso detener el avance de la demencia vascular si los factores de riesgo vasculares subyacentes se tratan con la premura suficiente. Por ejemplo:
En la actualidad, no hay ningún medicamento aprobado específicamente para el tratamiento o la prevención de la DLF y la mayoría de los demás tipos de demencia progresiva. Sin embargo, los sedantes, los antidepresivos y otros medicamentos pueden servir para el tratamiento de síntomas específicos y problemas conductuales asociados con estas enfermedades.
El tratamiento actual para la DCL se centra en el alivio de los síntomas y generalmente incluye el uso de medicamentos para controlar los síntomas parkinsonianos y psiquiátricos. No obstante, si bien los medicamentos antiparkinsonianos pueden reducir los temblores y la pérdida de movimiento muscular, también pueden agravar síntomas como las alucinaciones y los delirios. Por su parte, los medicamentos que se recetan para el tratamiento de los síntomas psiquiátricos pueden empeorar los problemas de movimiento.
Escrito por (en Inglés): Wendy Leonard, MPH
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MPH, MD