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El cáncer colorrectal es un tipo de cáncer que se origina en el recto o el colon. Ambos órganos se encuentran en la parte inferior del sistema digestivo. El colon está ubicado en el extremo del intestino grueso, y el recto en el extremo del colon. Según la American American America Cancer Society [Sociedad Americana Contra el Cáncer, ACS], aproximadamente una de cada 20 personas tendrá cáncer colorrectal en algún momento de la vida, y cada año se presentarán más de 100.000 casos nuevos. (ACS)
Los médicos utilizan los estadios como pautas para describir el progreso del cáncer. Es importante saber en qué estadio se encuentra el cáncer para poder diseñar el mejor plan de tratamiento. Los estadios del cáncer colorrectal se clasifican con números romanos y van desde el número romano I, que es el estadio inicial, hasta el IV, que es el más avanzado. Los estadios del cáncer colorrectal son los siguientes:
Al igual que en la mayoría de los tipos de cáncer, la causa del cáncer colorrectal todavía no se ha descubierto. Sin embargo, se sabe que este tipo de cáncer se genera cuando las células sanas se vuelven anormales. Las células anormales se dividen y se multiplican más rápido de lo normal y no mueren cuando tendrían que hacerlo; el resultado es la acumulación de células.
En el caso del cáncer colorrectal, se acumulan células anormales en las paredes del colon, las cuales generan pólipos. Un método de prevención frecuente es la extirpación de este tipo de tumores a través de una intervención quirúrgica. Si los pólipos no se tratan, pueden convertirse en cancerosos.
Si en una familia hay casos de cáncer colorrectal, la mutación genética se transmite de padre a hijo de forma hereditaria. Si bien estas mutaciones no siempre derivan en cáncer colorrectal, aumentan las posibilidades de padecerlo.
Existen algunos factores que podrían aumentar su riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Se cree que existen algunos factores que aumentan el riesgo de tener cáncer colorrectal que son inevitables, por ejemplo, envejecer. Las probabilidades de tener cáncer aumentan después de los 50 años. De hecho, nueve de cada 10 personas con cáncer colorrectal son mayores de 50 años. Entre los demás factores de riesgo inevitables, se incluyen los siguientes:
Las personas de origen judío de Europa Oriental o afroamericano son más propensas a tener cáncer colorrectal.
Entre los factores de riesgo del cáncer colorrectal, se incluyen los siguientes:
Es posible que el cáncer colorrectal no presente síntomas, especialmente en los primeros estadios. Sin embargo, si se manifiestan síntomas, podrían incluirse los siguientes:
Si presenta alguno de estos síntomas, programe una consulta con el médico para que le informe sobre los exámenes de detección sistemática del cáncer de colon.
Si el cáncer colorrectal se diagnostica de manera precoz, el paciente tendrá más posibilidades de curarse. Para comenzar, el médico le hará preguntas sobre sus antecedentes médicos y familiares Por lo general, se realiza una exploración física. El médico le presionará el abdomen o le efectuará un tacto rectal para verificar si existen nódulos o pólipos.
El médico tal vez indique algunos análisis de sangre para saber cuál es la causa de los síntomas. Aunque no existe un análisis de sangre que pueda verificar específicamente la presencia de cáncer colorrectal, las pruebas funcionales hepáticas y el hemograma completo suelen utilizarse para descartar otras enfermedades y afecciones.
En la colonoscopía se utiliza una sonda larga con una cámara para examinar el colon. De esta forma, el médico puede analizar el interior del colon y el recto e identificar anomalías, y también extraer tejido de las áreas anormales para enviarlas al laboratorio para su análisis.
El médico podría indicarle una radiografía que se lleva a cabo con un líquido radioactivo llamado bario. Este líquido se coloca en los intestinos con un enema. Una vez allí, cubre las paredes del colon y permite que pueda visualizarse en la radiografía.
A través de una tomografía computarizada (TC), el médico obtiene una imagen detallada del colon. En el caso del cáncer colorrectal, las TC se conocen como colonoscopías virtuales.
El tratamiento del cáncer colorrectal depende de diferentes factores. Por ejemplo, si el médico conoce su estado de salud general y el estadio del cáncer colorrectal, podrá diseñar un plan de tratamiento eficaz.
En los primeros estadios del cáncer colorrectal, el médico quizás le extirpe pólipos cancerosos mediante una intervención quirúrgica. Si el pólipo no se adhirió a las paredes del intestino, probablemente el pronóstico será excelente.
Por el contrario, si el cáncer se diseminó hacia las paredes del intestino, es posible que deban extirparle una parte del colon o el recto, junto con los ganglios linfáticos circundantes. En caso de ser posible, el cirujano volverá a injertarle la parte restante del colon o el recto que esté sana. De lo contrario, se efectuará una colostomía. En este caso, se realiza una abertura (que suele ser temporal) en la pared abdominal para poder eliminar la materia fecal.
Durante la quimioterapia, se suministran medicamentos que destruyen las células cancerosas. En cuanto al cáncer colorrectal, la quimioterapia suele utilizarse luego de la intervención quirúrgica para destruir las células cancerosas restantes. Además, permite controlar el crecimiento del tumor y aliviar los síntomas en el estadio terminal del cáncer.
En este tipo de tratamiento, se utiliza un rayo de energía potente, similar al de las radiografías, para identificar y destruir las células cancerosas antes y después de la intervención quirúrgica. La radiación suele combinarse con la quimioterapia.
En septiembre de 2012, la Food and Drug Administration [Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA] aprobó el uso de regorafenib (Stivarga) para el tratamiento de pacientes con cáncer colorrectal que no respondió a otros tipos de tratamientos y se diseminó a otras partes del cuerpo. Este medicamento inhibe las enzimas que estimulan el crecimiento de las células cancerosas.
Si el cáncer colorrectal se detecta a tiempo, puede tratarse y, a menudo, curarse. La mayoría de las personas en las que la enfermedad se detecta de forma precoz viven al menos cinco años más luego del diagnóstico. Si el cáncer no vuelve a aparecer durante ese período, se considera que el paciente está curado, especialmente si se encuentra en los tres primeros estadios de la enfermedad. La tasa de recuperación de los casos de cáncer en estadio IV no es tan favorable, aunque en casos poco frecuentes puede curarse.
Escrito por (en Inglés): Carmella Wint and Jennifer Nelson
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP