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Las glándulas paratiroideas son cuatro glándulas pequeñas que se encuentran cerca o detrás de la glándula tiroidea, debajo de la nuez de Adán, y producen la hormona paratiroidea (PTH).
Controlan los niveles de calcio, fósforo y vitamina D y el principal desencadenante de la producción de PTH es el nivel de calcio en la sangre. La PTH contribuye a regular los niveles de calcio del organismo. Si estos niveles son demasiado bajos, la PTH interviene para aumentarlos mediante el incremento de la reabsorción del calcio proveniente de los intestinos, la reducción de la cantidad de calcio eliminado en la orina y la obtención de calcio de los huesos.
Por lo general, las glándulas paratiroideas son muy pequeñas y tienen el tamaño aproximado de un grano de arroz. Sin embargo, a veces una o las cuatro glándulas pueden agrandarse y producir PTH en exceso. En otros casos, el crecimiento de una de las glándulas puede producir un nivel más elevado de PTH.
El exceso de PTH produce un aumento del nivel de calcio en la sangre, afección que se denomina hipercalciemia y que puede provocar varios síntomas; entre ellos, los siguientes:
El hiperparatiroidismo primario se presenta a causa de la producción excesiva de PTH.
Esto puede deberse a un adenoma (tumor no canceroso) en una de las glándulas paratiroideas. Estos tumores son la causa más frecuente de hiperparatiroidismo primario.
En otros casos, la afección puede ser consecuencia del agrandamiento de al menos dos de las glándulas paratiroideas. El motivo de este agrandamiento no siempre es del todo claro.
En casos poco frecuentes, puede tratarse de cáncer de paratiroides. Estos tumores pueden provocar hiperparatiroidismo.
El hiperparatiroidismo primario no suele presentar síntomas y, en ocasiones, son muy leves. Según Harvard Health, el 80 por ciento de las personas que tienen hiperparatiroidismo primario no presentan síntomas (Harvard Health). Aparentemente, esta afección es más frecuente en mujeres posmenopáusicas y cada vez se documentan más casos de hiperparatiroidismo primario asociado a presión arterial elevada, pancreatitis y cálculos biliares (International Journal of Endocrinology).
En caso de manifestarse, los síntomas no suelen ser específicos, es decir, no son exclusivos de la afección. Entre algunos de los síntomas, se incluyen los siguientes:
Si la afección es más grave, también puede provocar los siguientes síntomas:
El hiperparatiroidismo primario suele diagnosticarse mediante análisis de sangre. Entre los signos de esta afección, se incluyen los siguientes:
Si el médico cree que usted puede tener esta afección, quizás le mida la densidad ósea. Si el nivel de PTH es excesivo, aumentan los niveles de calcio en la sangre y el organismo toma este calcio de los huesos. Las radiografías permiten identificar problemas óseos, como fracturas y pérdida de densidad ósea.
La gravedad de esta afección puede variar según cada caso, motivo por el cual no existe un único plan de tratamiento. Junto con el médico, usted podrá determinar el tratamiento óptimo según el cuadro.
Si no se presentan síntomas, quizás no se requiera tratamiento de inmediato. El médico tal vez decida controlar la afección para asegurarse de que no empeore. No obstante, el tratamiento depende de los niveles de calcio, de si hay signos de insuficiencia renal o pérdida de densidad ósea o de si comenzaron a formarse cálculos renales. En caso de que sí se precise tratamiento, no siempre es necesario someterse a una intervención quirúrgica. A veces, beber más agua y hacer más actividad física pueden ser de utilidad. Quizás deba dejar de tomar determinados medicamentos como los diuréticos, que suelen usarse para tratar la presión arterial elevada. Estos medicamentos pueden provocar el aumento de los niveles de calcio en la sangre.
Sin embargo, existen ciertos medicamentos que pueden disminuir los niveles de calcio y mejorar el estado de los huesos. Los bisfosfonatos, como alendronato (Fosamax), reducen el recambio óseo. Existe un medicamento denominado cinacalcet (Sensipar) que normaliza los niveles de calcio en la sangre. Cabe destacar que estos medicamentos no se usan para tratar el problema paratiroideo subyacente. En el caso de mujeres posmenopáusicas, suele recetarse un tratamiento con estrógeno.
Aunque usted no tenga síntomas, es posible que deba someterse a una intervención quirúrgica si el nivel de calcio es superior en 1 mg/dl (miligramo por decilitro) al nivel normal de entre 8,5 y 10,2 mg/dl. Quizás también deba someterse a una intervención si tiene problemas de densidad ósea (Harvard Health). La opción de tratamiento quirúrgico es más frecuente si los síntomas son graves o si el paciente tiene menos de 50 años de edad.
Escrito por (en Inglés): Gretchen Holm
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP