Tratamientos alternativos para el linfoma

La medicina alternativa y complementaria es un concepto sin una definición estricta que se refiere a tratamientos o terapias que normalmente no se incluyen dentro del enfoque convencional de la medicina para curar una determinada enfermedad. Pueden usarse tratamientos complementarios para controlar los síntomas, pero no curan el linfoma. La acupuntura, por ejemplo, podría ser útil para reducir el dolor. Del mismo modo, los masajes, la meditación, el yoga o el tai chi son prácticas que han demostrado ser útiles para reducir el estrés y la ansiedad. En algunos casos hasta podrían aliviar el dolor.

Los remedios de hierbas tradicionales (jengibre, té de menta) también alivian las náuseas típicas de la quimioterapia. El jengibre se consume de distintos modos para aliviar las náuseas. El rizoma seco y en polvo se comercializa en forma de comprimido. El jengibre también se consume como bebida o se usa freso para preparar diversos platos.

Otros remedios posiblemente beneficiosos a base de hierbas son la curcumina (principio activo del curry, cúrcuma) y el té verde. Estos alimentos han sido consumidos sin problemas durante milenios y los científicos han acumulado una cantidad considerable de datos que respaldan que poseen propiedades contra el cáncer. Las evidencias preliminares sugieren que estas sustancias no interfieren con la eficacia de la quimioterapia o de la radioterapia. Algunos estudios han sugerido que podrían contribuir a aliviar algunos de los efectos secundarios de los tratamientos convencionales, a la vez que aumentan su eficacia. En estudios de laboratorio se ha demostrado que la curcumina, por ejemplo, ayuda a sensibilizar las células del linfoma, haciendo que los tumores sean más susceptibles a los fármacos usados en la quimioterapia. Pero no todos los oncólogos (médicos especializados en cáncer) gustan de las terapias complementarias, por lo cual los pacientes siempre deben consultar a su o sus médicos antes de probarlas.

Si definimos a las terapias alternativas como tratamientos no convencionales que se usan en lugar de los tratamientos estándar (en lugar de sumarse a ellos), tal enfoque al tratamiento del linfoma no puede recomendarse. No se ha demostrado que estas presuntas curas sean seguras y eficaces en ensayos clínicos e incluso podrían ser nocivas.